Come tu Brócoli
Por Magda Gelves-Provencher
Come tu Brócoli
Hace años, me encontré, como muchas otras madres, tratando de hacer que mi pequeño bebé comiera su brócoli. Estaba fallando en mi misión. Durante días seguí buscando diferentes formas de cocinar estos “arbolitos” y ver si mi hijo se los comía. ¡El problema en cuestión no estaba en la cocina, sino en el hecho de que yo no estaba comiendo el brócoli! En ese momento, me di cuenta de que todo lo que me propondría enseñar a mis hijos tendría que comenzar con mis propias acciones mientras modelaba lo que les estaba tratando de enseñar.
A menudo luchamos tratando de enseñar a nuestros hijos los comportamientos, costumbres y tradiciones que más valoramos. Incluso tratamos de enseñarles habilidades que nunca tuvimos. Buscamos modelos para ellos seguir tal como Popeye que se comió sus espinacas o Neil Armstrong que hizo su tarea para ser astronauta. Lo que no entendemos es que NOSOTROS somos los modelos más fuertes de nuestros hijos y nuestras acciones son lo que nuestros pequeños están aprendiendo y copiando, así que, si queremos un mundo mejor para ellos, debemos comenzar por mejorarlo nosotros mismos.
Junto con mi nuevo desafío de comer brócoli, decidí enseñarles a mis hijos las 3 herramientas que uso para vivir todos los días con felicidad, fuerza y un propósito más profundo. Orar, Correr y Comer Mejor.
La oración no es solo repetir nuestras oraciones de la infancia justo antes de acostarnos o cuando nos despertamos. Una vida activa de oración es mantener una relación con Dios a través de una conversación constante con él como nuestro Padre, Amigo y Guía. Utilizo mi estilo de vida activa y mi afición de correr como mi tiempo especial para orar con mis hijos comenzando cada carrera con un corazón agradecido por el momento que tenemos, la capacidad de correr y el esfuerzo por lograr nuestras metas.
Correr es parte de nuestra vida familiar, pero incluye más. No puedo pedirles a mis hijos que se despierten y anden en bicicleta, jueguen pelota o troten por el parque a menos que ellos me vean atando mis zapatos y saliendo con ellos. La mayoría de la gente dice: “No puedo correr”. Yo le digo a la mayoría de la gente: “Correr es lo que nosotros hacemos. Tú Puedes lanzar una pelota, caminar por tu parque favorito o jugar fútbol con ellos. De eso se trata todo nuestro propósito”.
Al final del día, podemos pedir a nuestros hijos que se conviertan en médicos, abogados, soldados, o arquitectos porque su trabajo es hacer de este un mejor mundo, pero la realidad es que solo tenemos que enseñarles a ser buenas personas con corazones agradecidos siempre dispuestos a ayudarse unos a otros mientras les construimos un mundo mejor orando, corriendo y comiendo nuestro brócoli.
POR MAGDA GELVES-PROVENCHER
@RUNNINGPATRIOTS