Desmistificando La Sexualidad
Por: Dr. Santos Oscar Vega
En nuestra cultura occidental tristemente arrastramos todavía hoy, en pleno siglo XXI, una lectura medieval e inquisitorial de la sexualidad, donde la misma fue y sigue siendo entendida como netamente pecaminosa. Es urgente que este tan retrógrado enfoque se actualice y comencemos a ver y a entender el sexo como lo que en realidad es: una necesidad fisiológica más; como por ejemplo lo son comer, dormir, ingerir agua, respirar, etc. De tal suerte, si a nadie se le ocurre el no cumplir con satisfacer estos tan importantes factores de supervivencia, por qué entonces se descuida el tener cotidianas relaciones sexuales (se tenga pareja o no). Sin dudas, lo que realmente es un pecado contra natural es la abstinencia sexual.
Por haber sido considerado, durante tantos siglos, un tema tabú a nivel social se ha carecido de una debida instrucción teórico-práctica sobre la sexualidad humana. No nos las enseñan ni nuestros progenitores, ni en ningún nivel escolar y mucho menos en las iglesias. Es atendiendo a estas razones que debemos buscar la asesoría de algún experto en la materia. Somos los sexólogos los que sabemos cómo, cuándo y dónde tener acceso al disfrute de un sexo sano y responsable, evitando las monotonías y manteniendo siempre viva la llama de la pasión. Además, nuestras orientaciones les permiten a nuestros pacientes el poderse auto-descubrir tanto física como espiritualmente. Le enseñamos el gran significado que reviste la mente en tanto y en cuanto es, sin dudas, el más importante órgano sexual que poseemos y por eso los exhortamos a que cada vez aprendan a utilizarla correctamente y desgenitalicen sus relaciones sexuales progresiva y paulatinamente, apelando cada vez más a las caricias y la erotización del órgano sexual grande que poseemos que es toda la piel.
Está científicamente comprobado que la abundancia orgásmica fortalece el sistema inmunológico. Luego, debemos emplear a nuestro favor, esta práctica como método accesible de enfrentarnos con buena salud a la pandemia que nos azota.
Charles Chaplin solía decir que un día sin risa es un día perdido. Parafraseando al gran maestro podemos afirmar que un día sin sexo es un día perdido, sobre todo en la corta vida que se nos otorga a todos.
Si usted, mi estimado lector, entiende y aprueba estas consideraciones no postergue más el incorporar a su estilo de vida la práctica de tan trascendental actividad que por demás produce mucho placer.
Por Dr. Oscar Vega