La Felicidad Conyugal
¿Cómo lograrla? Dr. Oscar Vega
LA FELICIDAD CONYUGAL
¿Cómo lograrla?
Lo primero que toda pareja debe hacer para disfrutar de una
relación matrimonial feliz y perdurable es extender lo más
posible el noviazgo a los efectos de llegar a conocer las especificidades de la personalidad del elegido, su carácter, gustos, hobbies, aspiraciones, ideología, concepciones políticas y religiosas, sus criterios respecto a la procreación y educación de los hijos, situación económica, forma en que socializa, etc. Todo ello para poder finalmente decidir si esa persona es la anhelada “media naranja”.
Lo segundo es entender que no se contrae nupcias con Dios sino con un simple mortal pletórico en defectos. Luego, es imprescindible apelar a la tolerancia y estar dispuesto a perdonar setenta veces siete… recordando que la oración reza: … “Perdona nuestras ofensas, como nosotros perdonamos a los que nos ofenden”. De tal suerte sería ideal, incluso, llegar a enamorarnos hasta de las imperfecciones del cónyuge.
Es de suma importancia para poder garantizar el éxito en una
relación el fortalecimiento paulatino del cariño, la admiración y el respeto mutuo. Otro factor determinante a tener en cuenta es mantener, en todo momento, una debida comunicación y exponer siempre de forma ética los argumentos. Quedan absolutamente prohibidas las discusiones pues se sabe que nunca nadie ganó una. Debemos buscarle siempre una solución a cada problema y no viceversa. Aunque no resulte fácil, de lo que se trata es de encontrarse en un punto medio favorable para ambos y para la relación (que es el tercer factor de la ecuación en cuestión). Otras cosas que se requiere sean excluidas son: las monotonías, lo celos, las ofensas, los malos tratos y el tono de voz alterado.
Recomendamos también el no invadir la privacidad del otro, brindar apoyo en todo lo posible y muy en particular lo que se refiere a las tareas del hogar y acordar / definir el rol a desempeñar por cada quien.
Una muy mágica regla de oro que resulta infalible para mantener el bienestar y la salud conyugal permanente es hacerle cada mañana al compañero la siguiente pregunta: “Mi amor, ¿Qué debo hacer yo hoy para hacerte feliz? Si lo hacen les auguro una relación increíblemente bella, hasta que la muerte los separe.
Lamentablemente muchas parejas dan por concluido su compromiso matrimonial ante cualquier desavenencia (desconociendo el hecho de que todos somos criaturas imperfectas). Entonces deciden buscar un nuevo compañero de vida, cambiando así de “diablo” solo para tener que lidiar con un mismo o muchas veces peor “infierno”. Todo ello, en la mayoría de los casos, se puede evitar buscando la ayuda de un buen terapeuta. ¡Llámenos y compruébelo!